sábado, 22 de diciembre de 2012

Jose de Arimatea





José de Arimatea, fue un personaje bíblico, que si bien  no es muy reconocido por los evangelios canónicos, si lo es en los evangelios denominados apócrifos
.Los Evangelios canónicos aportan solo una breve descripción de José de Arimatea, de forma que sabemos poco acerca de él, aparte del hecho de que era rico y un discípulo secreto de Jesús (Juan 19: 38). Lucas añade que era miembro del Gran Consejo del Sanedrín, lo que sugiere que gozaba de una posición de cierta autoridad. Parece que José de Arimatea, que fue considerado un «hombre recto y bueno» (Lucas 23: 50), no estuvo de acuerdo con la pena impuesta a Jesús por los miembros del Sanedrín. Según Mateo (27:57-60) y Marcos (15: 43-5), le pidió personalmente a Poncio Pilato el cadáver de Cristo, lo que sugiere que era suficientemente poderoso como para que le concedieran audiencia con el gobernador romano de Judea.


Algunos textos no canónicos aportan más información sobre José. El Evangelio de Pedro menciona que, de hecho, era amigo personal de Poncio Pilato, y el Evangelio de Nicodemo hace alusión al entierro de Cristo y afirma que, tras él, los ancianos judíos encarcelaron a José de Arimatea. Durante su estancia en prisión, se le apareció Jesús resucitado y lo transportó milagrosamente a su casa, donde le indicó que permaneciera cuarenta días.


Se dice que José era un mercader de estaño que llevó a Jesús a Inglaterra durante la juventud de este, que fue el fundador del cristianismo en Gran Bretaña y que era el guardián del Santo Grial.  Aunque el fundador oficial del cristianismo en Gran Bretaña fue, en el año 597, San Agustín, fuentes no canónicas y relatos posteriores cuentan que José de Arimatea llegó de hecho a Gran Bretaña en el año 37 o en el 63. Las narraciones afirman que huyó de Judea con algunos más, entre otros, se suele decir con el apóstol Felipe, Lázaro, María Magdalena, María y María le Betania
Lázaro y María Magdalena se quedaron en Marsela, mientras que el resto del grupo continuó viaje hasta la Zialia, más hacia el norte de lo que hoy es Francia. El apóstol Felipe envió entonces a José de Arimatea, junto con otros doce más, a predicar a Gran Bretaña. El viaje por mar llevó a José al «País del Oeste», donde el rey ocal, Arvirago, le concedió a José y a sus acompañantes algunas tierras en la «Isla Blanca».
Allí fundaron una iglesia de adobe, la Vetusta Ecclesia, dedicada a la Virgen María. Generalmente suele aceptarse que esta es el actual asentamiento de Bastonbury y que el monasterio benedictino de Glasbonbury ocupa ahora el sitio en el que estuvo aquella iglesia.
Otra parte de la historia relativa a José y a la primera comunidad cristiana de Glastonbury es la del espino que supuestamente aquél plantó. Al pararse a descansar en la colina Wearyall, José hundió su cayado en la tierra y en tal lugar creció un espino. El cayado que José llevaba consigo se había hecho con la corona de espinas que llevó Jesús en Su Crucifixion. El espino, que aún sigue en Glastonbury, florece en mayo y en Navidad y se alude a él como el Espino Santo.
Probablemente el mito más famoso en torno a José de Arimatea es el referente a su custodia del Santo Grial. En estas historias normalmente se asocia al Santo Grial con la copa que utilizó Jesús en la Última Cena y en la que José recogió algunas gotas de Su sangre durante la Crucifixión. La primera mención de esto, si bien rudimentaria, la encontramos en The Lité of St Marv Magda/ene, de Rabanus Maurus (776-856). En ella, José de Arimatea aparece estrechamente ligado a la legendaria isla de Avalon, supuestamente en Somerset, donde está enterrado bajo la iglesia que fundó. También se cuenta que junto a él había dos vasijas de plata que contenían la sangre y el sudor de Jesús.
Durante el periodo medieval circularon muchas historias sobre el Grial, en particular la de Robert de Boron, Joseph dArimathie. En ella, el autor relata cómo Jesús es lanceado en un costado mientras está en la Cruz y cómo José recoge luego de su sangre en la copa que utilizó en la Última Cena. Debido a su relación con Jesús, las autoridades judías encarcelan a José y durante su estancia en prisión, se le aparece Jesús milagrosamente y le enseña los «misterios del Grial», aunque no se especifica cuáles eran estos. Después de cuarenta y dos años de cárcel, José es liberado y, junto con un grupo de cristianos, viaja a un país extranjero, donde se construye una mesa redonda para simbolizar la Última Cena. Sin embargo, hay un sitio en ella que nunca se utiliza: el correspondiente a Judas. Posteriormente, José busca un lugar en el que guardar el Santo Grial, y lo encuentra en el valle de Ayalon (Glastonbury), donde se construye una iglesia.

Cabe destacar también, que según los evangelios apócrifos, la ultima cena, es realizada a pedido de Jesús en la casa de Jose de Arimatea.
Jose de Arimatea fue un discípulo oculto de Jesús, sin embargo, cuando este fallecio, fue el unico que dio la cara para pedir su cuerpo y demostrar así su admiración y respeto por Jesús. Cuando todos lo negaron, el lo confirmo, sin importarle las consecuencias que podía acarrear.   

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